viernes, 17 de mayo de 2013

Actividad 5

Toni Solano nos habla de la Educación 2.0 y más concretamente de actividades de lectura y literatura que se pueden llevar a cabo en el aula mediante las TIC.
 
Ya en una de sus primeras frases nos deja claro que la carencia de medios nunca puede ser una excusa para la inactividad, y nos pone como ejemplo su instituto, que se encuentra en una zona marginal de Castellón; centro en el que pese a carecer de infraestructura en cuanto a TIC, está llevando a cabo numerosas prácticas en este sentido. Así pues, me identifico totalmente con este argumento, puesto que –como ya recalqué en mi intervención del debate Escuela 2.0- cuando se quieren hacer las cosas se hacen, y no puede ser una excusa ni la edad del docente ni la carencia de medios; sino que la cuestión es la actitud y la motivación.
 
Tenemos que adaptar la metodología a los nuevos tiempos, es decir, no puede haber un desfase entre la realidad de nuestros alumnos (multitarea, dispersa, fragmentaria, etc.) y la forma en que se lleven a cabo las clases. No podemos tener medios del siglo XXI, pero un sistema educativo del siglo XX. Por tanto, la metodología tiene que corresponderse con la realidad.
 
Muchas veces se tiene claro que estamos ante nativos digitales, pero esto no tiene su transcripción en el aula. En muchos centros hay pocas horas en las que los alumnos están en contacto con un ordenador y todo lo que tenga que ver con el multimedia está proscrito (filtros en Internet, por ejemplo). Por tanto, cuando acceden al aula de informática, es normal que no hagan las tareas que se les manda. Esto no sería así si las TIC formaran parte de su metodología cotidiana; cuando dejen de percibir Internet solo como un medio de ocio, y lo vean como algo que sirve para trabajar y aprender, podremos empezar a hablar de un cambio metodológico.
 
Así pues, es innegable que el modelo educativo tiene que ser replanteado y una de las maneras puede ser (o tiene que ser) a partir de las nuevas tecnologías, porque éstas nos van a permitir acercarnos a la realidad de los alumnos.
 
A pesar de esto, como bien dice Toni Solano, tenemos que emplearlas con eficacia y teniendo en cuenta que ciertos límites no se tienen que sobrepasar. En este sentido, las tecnologías no deben sustituir a la lectura, ni al docente, no deben limitar la competencia comunicativa y no deben simplificar la educación literaria. El papel del docente tiene que ser el de guía, supervisor de ese aprendizaje; no el de volcar información en el alumno, porque la pueden encontrar –en una cantidad mucho más grande- a golpe de clic.
 
Llegados a este punto, podemos afirmar que la lectura y la literatura pueden ser tratadas desde el punto de vista de las TIC. Para ilustrar esto, Toni Solano nos proporciona una gran cantidad de ejemplos de actividades que se están llevando a cabo con éxito y que, en mi opinión son muy interesantes (tengo que reconocer que no sabía de la existencia de tantas alternativas), porque contribuyen a que los alumnos desarrollen un espíritu crítico. En cuanto a la lectura y el hábito lector (poco extendido) encontramos blogs de aula, clubes de lectura, redes lectoras, entre otras. Tras esto, Toni Solano nos habla de lo que llama objetos 2.0, que son una serie de actividades en torno a la literatura como: geolocalizaciones, biopics (biografías en forma de corto), carteles interactivos (glogster), diaporamas, cómics digitales y videodramatizaciones literarias.
 
Hay que tener muy claro que lo más importante no es el resultado, sino el proceso; que estén aprendiendo y se les proporcione herramientas para que puedan hacer un trabajo más autónomo. En el siglo XXI es imposible limitar la clase a la exposición de contenidos e información, porque si esto sucede, estamos abocados al fracaso.

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo contigo, Raquel. Yo también he conocido a través de Toni Solano todas las opciones que existen para trabajar las TIC, aplicadas al ámbito de la lengua y la literatura, en el aula. En concreto, destaco los diaporamas, término que nunca había oído. Se agradecen este tipo de charlas basadas en experiencias reales y no solo en reflexiones teóricas.

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  2. Como yo también había elegido este vídeo para realizar la actividad 5, voy a aprovechar la entrada de mi compañera Raquel.

    Me gustaría puntualizar, lo que ya se ha dicho sobre los medios de los que dispone Toni Solano. Si mal no recuerdo, ha dicho que sus alumnos solo van una vez al año al aula de informática pero esto no impide que lleven las TIC al aula. En la medida de lo posible se utilizan portátiles o se trabaja desde casa con los alumnos que tengan acceso a internet. Si todas estas posibilidades que nos brindan las nuevas tecnologías ayuda a los alumnos porque se motivan y aprenden, ¿por qué no se utilizan? Su realidad está basada en utilizar ordenadores, el móvil y cualquier otro dispositivo que les ofrezca lo que quieren saber. A pesar de las carencias que pueda tener el instituto de Toni Solano, las iniciativas se llevan a cabo y dan buenos resultados. Él mismo señala en la charla que en internet encontramos noticias sobre acoso escolar y asuntos no muy destacables, sin embargo no se hace mención a los avances dentro de las aulas gracias a las TIC.

    Se tiene que tener en cuenta que las nuevas tecnologías no deben sustituir la lectura, ni al docente, ni limitar la competencia comunicativa y mucho menos simplificar la educación literaria. Todo esto es lo que no se debe hacer pero sí se debe tener en cuenta que el papel del docente ha cambiado o debe cambiar, el profesor tiene que ser el guía y supervisar el aprendizaje de sus alumnos y tiene que estar siempre a disposición de sus alumnos. La gran mayoría no proporciona el correo electrónico a sus alumnos. Si se lo diera, ellos podrían enviarle las dudas que les surgen y en poco tiempo estarían respondidas.

    También es importante señalar que los trabajos se deben colgar, deberían estar en la web y ser compartidos. De este modo se sentirían mucho más motivados porque saben que pueden ser leídos por otros y de esta forma sí que cobra sentido, por ejemplo, tener que revisar la ortografía.

    Por otro lado, se debe intentar que los alumnos lean más y que lo hagan mediante redes lectoras, blogs de clubes de lectura. Esto se puede hacer en el aula pero para muchos docentes, leer en clase significa perder el tiempo. Los alumnos deben experimentar la lectura como un acto estético y deben aprender a hacerlo experimentando y pasando de la literatura infantil y juvenil a una literatura adulta.

    Gracias a la aportación de Toni Solano, hemos aprendido que las cosas se pueden hacer de otro modo y que dan buenos resultados a pesar de que los medios no sean los más propicios. Si quieres hacerlo, puedes.


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