Desde hace unos años, se está hablando de la llamada "Escuela 2.0" pero estoy segura de algo. Si le preguntáramos a muchos padres por este término seguro que no sabrían darnos una definición exacta, o al menos la mayoría. Para ellos el éxito de sus hijos prácticamente se traslada en el número de sus notas. La familia se despreocupa un poco (no siempre, claro está) de los métodos que sus hijos utilizan para aprender en el aula o fuera de ella. Siguen empeñados en que lo más importante es sacar una buenísima nota. Ahora bien, se han planteado o han pensado alguna vez que para poder adquirir nuevos conocimientos, entenderlos y asimilarlos, los jóvenes estudiantes necesitan estar motivados. ¿Cuántas veces hemos soportado esas explicaciones larguísimas, siendo niños, con palabras extrañas y sin entender prácticamente nada? Seguro que muchas veces, y en todas las asignaturas. Con lo fácil que hubiera sido que hubieran utilizado alguna herramienta para ayudarnos y poder sacar el máximo partido a nuestro rendimiento. Pues bien, hoy en día sí que se puede sacar ese partido con todas las herramientas que nos ofrece la Escuela 2.0, un mundo lleno de conocimiento en el que podemos participar todos. Se hace tanto hincapié actualmente porque ya hemos visto que los resultados que ofrece la escuela tradicional, en muchos casos se quedan un poco cortos. Siempre ha habido, hay y habrá alumnos excelentes a los que les sobre con una mera explicación del profesor en clase. Pero, lo que no podemos olvidar es que estos buenos alumnos, actualmente, pueden sacar mucho partido en la web 2.0 porque de esta manera comparten, aprenden y construyen su conocimiento. Al resto de alumnos, a los que la explicación se les queda corta o los que no consiguen alcanzar un buen grado de motivación hay que ayudarlos y hacerlo desde ya. Sí, los libros de texto están muy bien y las explicaciones de los profesores ayudan, nos enseñan, nos muestran un mundo que posiblemente desconocemos pero es necesario hacer algo más. Si ya existen muchas herramientas para poder ser llevadas al aula y de esta forma conseguir que los alumnos aprendan de un modo distinto y sean más autónomos a la hora de adquirir su propio aprendizaje, ¿por qué no se ponen en marcha?
Las cuestiones económicas siempre están presentes pero, como algunos compañeros nos dijeron en clase, existen centros que tienen pizarras digitales y nos las usan o, si lo hacen es solamente para proyectar el libro de texto. Estamos desperdiciando muchas oportunidades sin darnos cuenta porque, estoy segura que hay muchos profesores que no quieren oír hablar de nada relacionado con las Escuelas 2.0. Esto solo los aleja de la realidad porque no son conscientes de que los nuevos alumnos tienen necesidades distintas y viven en un tiempo diferente al que ellos vivieron cuando eran jóvenes. Estamos antes una generación diferente que solo pide adaptarse a los tiempos que vive y que los profesores estén a la altura de sus necesidades.
Con esto, no quiero dar a entender que los libros de texto deben acabar en una hoguera ni que los profesores que no quieran oír hablar de un ordenador tengan que buscarse otro trabajo o jubilarse. No se trata de eso, se trata de adaptarnos al tiempo en el que vivimos y buscar todos juntos las mejores opciones para que los estudiantes saquen el máximo partido, aprendan, estudien y sean capaces de adquirir más autonomía a la hora de dirigir su conocimiento.
Me parece muy acertada tu introducción sobre lo que les importa a los padres. Por otro lado, yo creo que si realmente la Escuela 2.0 funcionara bien, los libros de texto, manuales o como queramos llamarlos, sí desaparecían; los alumnos - guiados por el profesor- podrían buscar la información en Internet, donde ya sabemos que está todo.
ResponderEliminarEn internet está todo pero... ¿dónde está el amor?
ResponderEliminarTras esta chorradaca, es muy interesante la reflexión sobre la vigilancia por parte de los padres del resultado final y no de la adquisición de las capacidades y actitudes que tan fríos y ambiguos numerillos deberían atestiguar, pero raramente hacen.
Creo que si notas y contenidos se amoldaran a la realidad, que los padres estuvieran pendientes únicamente de las notas implicaría un apoyo más con respecto al desarrollo de un adulto independiente.
Pero este análisis sobrepasa la escuela 2.0, es demasiado transversal.
Día tras día, los adolescentes se preparan para ir a la escuela: los ojos tristes, la mirada perdida al vacío, parecen poseidos por el aburrimiento. Casi nadie tiene ganas de entrar a clase, porque odian leer o escribir o escuchar lo que les diga el profesor. A veces, es suficiente escucharles hablar; el léxico humano es inmenso, pero los adolescentes conocen muy pocas palabras: utilizan términos incorrectos, se confunden. Porque no saben pensar. No se les enseña a hacerlo. No saben distribuir las ideas siguiendo un esquema, elaborar los conceptos para que tengan una forma clara y ordenada. El profesorado tandría que percibir sus decepciones, deseos y esperanzas. En el mundo del aprendizaje, no hay nada aburrido: todos es nuevo, misterioso, fascinante, enigmático. Bastaría solo saber enetenderlo e interpretarlo, adecuándose a la realidad de nuestros alumnos. Sin embargo, muchos profesores, por pereza o simplemente porque no tienen la vocación por la enseñanza, se hacen sordos antes estas necesidades, y siguen dando clase del mismo modo, olvidándose de que una educación sin innovación no aporta nada al futuro desarrollo de las personalidades de los jóvenes.
ResponderEliminarLeticia muy buena reflexión! Te felicito! esta claro que el papel del profesor que no tiene vocación lo único que hace es afectar en la vida del alumnado. Los profesores que llegan y mandan miles de ejercicios y como aquel que dice ni explica, no debe tener mucha vocación. Ante esto el aulumno se ve sin una explicación y muchos ejercicios. ¿Y qué hace? va a internet para poder solucionar sus problemas y saber realizar los ejercicios. Esta claro que los alumnos ven internet como un profesor y en algunas ocasiones hasta mejor que un profesor. ¿Porqué no introducimos las tecnologías en el aula y en vez de haber un solo profesor hay dos (Internet y el docente? Seguramente el proceso de aprendizaje sería más eficaz y solucionaría dos problemas muy claros: Primeramente, acabaría con esa poca vocación del profesor porque empezaría a divertirse más en clase; y en segundo lugar, estaríamos atendiendo a las necesidades de nuestros alumnos, las cubriríamos y les podríamos ayudar en su proceso de aprendizaje igual que lo hacíamos pero de una forma más interactiva, más cercana y mucho más productiva para todos.
EliminarEstupenda reflexión y comentarios.
ResponderEliminarRespecto al concepto Escuela 2.0, primero tenemos que diferenciar Educación (más global) que Escuela. Porque además el concepto Escuela 2.0 se relaciona con el proyecto del anterior gobierno de dotar al alumnado de portátiles, y si nos metemos con ese tema, con la política hemos topado. En nuestra comunidad hubo una interesante polémica. Os animo a buscar la historia de los "potachovizados"
Además hemos enunciado el debate con Educación 2.0, pero deberíamos ya hablar de Educación 3.0 que tiene que ver más con la evolución semántica (y nombre de una estupenda revista o de Educación 4.0 que tiene que ver con los conceptos de ubicuidad y lo que ahora se define como MobileLearning .
Creo que la atención de los padres -en todos los aspectos, no solo en las notas- es esencial para la motivación de los alumnos. En muchas ocasiones los padres se limitan a dejar a sus hijos en el centro para que los tengan allí entretenidos y que de paso, a poder ser, saquen buenas notas; porque si no es así, ¿de quién es la culpa? del docente. Esta mentalidad está muy extendida, cuestión que afecta al profesorado, que no se siente valorado (y al que en muchas ocasiones se le falta al respeto). Lo que a su vez repercute en la inexistencia de ideas o más bien ganas para llevar a cabo las clases de manera más fructífera (con la posible introducción de las TIC). Es todo un círculo; espero que mi idea se haya entendido bien...
ResponderEliminarRaquel, tu idea se ha entendido perfectamente. Si es que en el fondo todo es un problema de mentalidad. Porque como bien has recalcado, los padres dejan a sus hijos en el colegio y creen que allí lo aprenden todo pero muchas veces falta lo más básico, la educación dentro de casa. Si los hijos estuvieran bien educados se evitarían muchos problemas dentro y fuera del aula, los profesores podrían trabajar mucho mejor y quizá todos estarían motivados. Pero... esto se aleja un tanto de nuestro debate. Lo que está claro, es que con un buen clima de trabajo es mucho más fácil trabajar y motivar a los alumnos. Un ambiente propicio para trabajar con la TIC.
ResponderEliminarMuy buena reflexión, María. Está claro que la familia se despreocupa por la educación de sus hijos en ciertos aspectos pero es cierto que en el aula el profesor eres tú. Creo que muchos padres, aun en esta epoca, si supieran que sus hijos van a aprender con las tecnologías incluyendo en ellas videojuegos, ordenadores, portátiles se opondrían a ello. Muchas familias motivan a sus hijos dicéndoles que si aprueba le compran un Ipad o un e-book... ¿Qué ocurre? Que se lo compran pero el rendimiento no ha sido el que esperaban. Ya no el rendimiento sino la nota.
ResponderEliminarLos padres no motivan a sus hijos, pero creo que para eso estamos nosotros. Los docentes sabemos por qué hay que aprender y por qué aprendemos, solo tenemos que darle esa motivación o interes por el aprendizaje a nuestros alumnos. Si usamos la Educación 2.0, creo que estarán motivados y aprenderán y ahí se percatarán de la importancia de aprender, de leer, de reflexionar...