Mi coqueteo con
las TIC empezó aproximadamente a los 8 años, cuando tuve la oportunidad de
poseer un ordenador, no recuerdo el modelo que era ni qué sistema operativo utilizaba,
simplemente me conformaba con manejar una especie de editor de texto (similar a
lo que hoy en día conocemos como “bloc de notas”) y sobre todo los juegos –muy rudimentarios-
que venían integrados en el ordenador, por supuesto de sobremesa. Además de
esto, creo recordar que a los 11 años tuve mi primer móvil, un Alcatel
de colores –creo que todos los recordamos- que empleaba para enviar “sms” y en
menor medida llamar, puesto que nuestros padres tampoco nos permitían gastar
demasiado saldo. A partir de ese momento, la tecnología se instauró en mi vida
y hasta el día de hoy, sigue conmigo; por supuesto, en mayor cantidad y de una
forma diferente.
Tras mi primera
experiencia, llegaría a mi poder un ordenador de sobremesa que puedo definir
como “normal” (para lo que sería la visión actual), puesto que ya contaba con
el Windows y esto suponía poder utilizar el paquete de Microsoft Office; el
Word me permitió empezar a “investigar” todas las posibilidades que ofrecía a
la hora de editar textos y entregar los trabajos para clase de una forma más
vistosa. Con la llegada de Internet a mi casa, empecé a utilizar en el año 2000
el programa de mensajería instantánea MSN Messenger con varios fines, contactar
con mis amigos y poder sincronizarnos para realizar tareas de clase o
simplemente preguntarnos los deberes o dudas en este ámbito.
En definitiva,
mi uso de las TIC se ha ido generalizando poco a poco, con el transcurso de los
años y el avance de las etapas educativas, y sobre todo cuando empecé la
carrera de Periodismo, puesto que como todos imaginamos, se necesita un
conocimiento amplío de una gran tipología de tecnologías.
Tras esta
introducción sobre mis inicios con las TIC, voy a pasar a exponer cuáles son
las que más utilizo en la actualidad y el uso que les doy:
Facebook: empecé a utilizarlo en el
2009 y su principal función es mantener el contacto con amigos y conocidos
(sobre todo, gente que no vive en mi ciudad), para opinar y ofrecer mis
reflexiones sobre diversas cuestiones de actualidad. Además de esto, lo he
empleado para cuestiones de estudio, a través de grupos de trabajo en
diferentes asignaturas. También tengo la aplicación para el móvil, con lo que
estoy actualizándolo constantemente.
Twitter:
puedo afirmar con rotundidad que soy una
“usuaria social”, porque tengo una cuenta, pero mi actividad es algo escasa,
pues solo lo empleo para ofrecer alguna opinión o retuitear algunas ya
expuestas y que sean de mi interés.
Skype: no suelo utilizarlo demasiado,
pero sí en alguna ocasión para chatear con amigos, pues me parece de gran
utilidad el poder comunicarte con vídeo y voz de manera gratuita, es más cómodo
para consultar cuestiones sobre trabajos o actividades de clase.
Whatsapp: en mi opinión es el gran
beneficiado, puesto que con la generalización de los Smartphone la mayoría de la gente de mi generación (y por
supuesto, de más edad) lo utilizamos para todo tipo de cuestiones. Posee una
opción que me parece muy útil para el ámbito de clase, como es el poder crear
grupos que, al fin y al cabo, pueden convertirse en grupos de trabajo no
presenciales, pero con la ventaja de la simultaneidad y el contacto en todo
momento.
Hotmail y Gmail: son las dos
aplicaciones que más empleo para cuestiones de envío de trabajos o prácticas
entre compañeros, e incluso para compartir documentos. Aunque el primero gana
al segundo –es el que empleo para la consulta de mi correo electrónico-, puesto
que Gmail entró en mi vida en un momento puntual de la carrera de Criminología
(en 2009) y no había vuelto a tener contacto con él hasta estos días con el
mismo fin, realizar trabajo de clase.
Aula Virtual de la UV y Campus Virtual de la
UA: en mi estancia en la Universidad de Valencia (2003-2008), mi
utilización del AV era aún muy limitada, quizás por su
formato o por su dificultad –porque no era nada claro y a veces hasta me
obstaculizaba-; no fue hasta mi llegada en 2008 a la UA, cuando descubrí la
gran utilidad que podía tener una herramienta de este estilo. Me ha permitido
descargar materiales, comunicarme con los profesores, realizar debates
interactivos con mis compañeros, revisar el correo, mi expediente, notas de exámenes
y trabajos, etc. En definitiva, puedo afirmar que mi vida universitaria, en
cuanto a documentos y burocracia, gira alrededor del CV.
Dispositivos: en este apartado incluyo
el ordenador portátil, sin el cual reconozco que no podría vivir, porque es el
que me mantiene conectada con el mundo en todo momento y con el que trabajo. Mi
Smartphone: aunque en un principio
era reacia a sumarme a lo que consideraba un fenómeno social al que no era
preciso sucumbir, al final he caído y sería difícil volver atrás, puesto que
poseo todas las aplicaciones que son de mi interés, puedo hacer todo tipo de
consultas, eso sí, hay que tener en cuenta que para poder realizar todo esto,
se necesita una conexión de datos (cuestión que creo es asequible económicamente
para casi todos). Por último y desde estas navidades, el E-reader: aún no he tenido tiempo de
profundizar en su uso y todas sus posibilidades, pero ya he podido leer algunos
libros y, aunque me gusta más el soporte físico –al que no pretendo renunciar-,
reconozco que es un gran avance, sobre todo por el ahorro económico que supone
y la posibilidad de almacenar una gran cantidad de libros que puedes consultar
a tu antojo sin tener que transportarlos a la vez.
Páginas web de información: me refiero
sobre todo a la prensa digital, pues suelo consultar todos los días las
ediciones digitales de algunos periódicos de información general y deportivos (El País
y As). Además
de esto, muchas veces he empleado artículos y reportajes para la realización de
trabajos, como fuentes de información y consulta.
Otras páginas web: para mi ocio y
tiempo libre, las que más suelo visitar son las que me permiten ver series
online o seguir retransmisiones deportivas en directo (Rojadirecta), ver vídeos (Youtube), escuchar música (Spotify) y en alguna ocasión, foros
para consultar cuestiones más de tipo personal, opiniones o por curiosidad.
No me equivoco
si afirmo que las TIC han cambiado la vida de todos y cada uno de nosotros, y
en algún aspecto, por mínimo que sea, nos influencian día a día. Sinceramente y
aunque muchos consideren que es una afirmación exagerada, no concibo que
pudiéramos vivir sin ellas y creo que pueden jugar un papel importantísimo en
el ámbito educativo si sabemos hacer un buen uso de ellas.