martes, 19 de marzo de 2013

Blog del Grupo 3 de la asignatura 'Innovación, Investigación y uso de las TIC en Didáctica de la Lengua y Literatura' del Máster de la UA

Cuando escucho la palabra “tecnología” mi cuerpo reacciona con estupor, y si a eso le añado que tengo que adaptar mi profesión a los cambios que vienen pisando fuerte, la desgana me inunda. No quiere decir esto que no esté a favor del progreso, por supuesto que sí, pero creo que pertenezco a un grupo selecto de zoquetes generacionales que no saben que hacer con tanta información a mano. Puede que el hecho de haber estudiado una carrera como filología hispánica no haya ayudado demasiado. Quiero decir, cuando yo acabé mis estudios lo único que utilizábamos era el campus virtual y el ordenador de clase para que el profesor de turno pusiera un power point de lo más soso. A día de hoy, soy profesora en un centro donde tenemos todo tipo de facilidades para el uso de las TIC, pero como he comentado anteriormente, por mi desconocimiento y mal uso no le encuentro práctico y provechoso en el ámbito educativo. Y esto me disgusta. Desde que tengo uso de razón he tenido cerca ordenadores fijos y móviles, aunque con el paso del tiempo y la velocidad con la que avanzan las nuevas tecnologías, he ampliado mi arsenal tecnológico, eso sí, sin darle el aprovechamiento que hubiera podido. Tengo un portátil Toshiba, un netbook Asus, un libro electrónico y una blackberry que todo el mundo critica pero a mí me encanta. Más que nada porque el correo lo uso mucho en mi trabajo y siempre tengo e-mails ya sea por gmail, por Hotmail, o por el correo de la UA. Y es una maravilla eso de que ya ni necesitemos el ordenador para consultar nuestro correo. Eso sí, desde que tengo guasap me entran ganas de mandar el móvil a hacer gárgaras: entre los grupos que se crean ante cualquier acontecimiento, las conversaciones absurdas y el uso de emoticones al tuntún ¿a quién no se le ha ocurrido hacerlo? Respecto a redes sociales Facebook es la que más “controlo” desde 2008, ya que de esa manera mantengo el contacto con la gente que conocí cuando fui de Erasmus. Igual que San Skype. Lo llamo así porque fue un descubrimiento que me ha facilitado mi relación a distancia!!! Y, hasta ahora, no he tenido Twitter, pero ya me he hecho una cuenta para la asignatura. Pero si sirve de algo mi opinión, y habiendo sido fiel a mi verdadero uso de las nuevas tecnologías, no creo en el uso de las TIC en el aula; por lo menos hasta que no tengamos un nuevo sistema educativo que nos permita una enseñanza útil y productiva. Vale que tengamos opción de llegar a una información abismal sobre el tema que nos interese, pero ¿de qué sirve? Nuestros alumnos copian y pegan, no valoran esta información para hacerla suya, para explorarla y sacar sus propias conclusiones. No me extiendo más, solo espero poder aprender mucho y encontrar nuevas herramientas que realmente me ayuden a hacer mejor mi trabajo.

4 comentarios:

  1. Pues esperemos que no te rindas a la desgana y nos ofrezcas una visión crítica de las posibilidades y su inclusión en el sistema educativo. En la última reflexión tu ofreces una de las soluciones.

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  2. Ana, yo también soy un tanto reacia a todo esto pero si se conocen todas la herramientas y sabes qué hacer con ellas todo nuestro trabajo será productivo y merecedor de una recompensa: ver como los alumnos aprenden. Lo que está claro, es que no podemos enseñar si no nos enseñan antes a nosotras.

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  4. Ana, deja que las TIC entren en tu vida laboral. ¡Creo que no te arrepentirás! Pueden ser muy útiles y acercarnos mucho a nuestro alumnos, debido a que la mayoría se manejan muy bien en este mundo y les encanta todo lo que tenga que ver con las TIC.

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